El secreto del single malt es que no hay ningún secreto. Todo el mundo puede disfrutar de un single malt, no sólo señores adinerados que manejan códigos secretos. Y los hay de nombres tan potentes como Smokehead, Monkey Shoulder, Superstition...
1) Comprar whisky: de 3 a 5 single malt de diferentes marcas, del supermercado o, mejor, una tienda especializada. Gasta el dinero que puedas/quieras. No olvides comprar agua mineral de débil mineralización: es lo único que vas a añadir, ¡nada de hielo o coca cola!
2) La copa adecuada: Un copita en forma de tulipán –abajo– da el mejor resultado.
3) Invitar a los amigos: El paso más importante, claro que sí. ¡Comparte!
4) Probar: Empieza con dos dedos whisky solo. Coge la copa por el pie y muévelo un poco. Mete la nariz bien, y lleva la copa de un lado de la nariz al otro. ¿Dulce o seco? ¿Frutas, flores, especias, hierbas, nueces, humo? ¿Algo que reconoces de la cocina, del jardín, del garaje, de la calle? Sea lo que sea, es tu interpretación. Cuando lo pruebes, una vez en la boca, déjalo ir por toda la lengua antes de tragar. Intenta poner nombre a los sabores. Pon unas gotas de agua y repite el proceso. ¿Notas como cambian los olores? Repite. Como tienes varios whiskys, vuelve a los anteriores, ¡verás qué diferencia hay esta vez! Si te parece que sólo huele a alcohol, incluso añadiendo agua, tranquilo. Con un poco de práctica ya no lo notarás tanto y podrás concentrarte en los olores.
5) Insiste: en el primer contacto con el single malt es posible que sólo hayas notado que son diferentes. Un paso importante. Con la práctica viene la capacidad de poner nombre a los olores y sabores.
Para profundizar: http://www.whiskydemalta.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario